La tendencia autoritaria en el mundo después de la cuarentena.
Por Ricardo Acevedo.
El mundo está siendo testigo de cómo se expande como un hongo infeccioso la idea del autoritarismo después de ser declarada oficialmente terminada la cuarentena por el Covid 19 por autoridades sanitarias nacionales como internacionales en caso específico la Organización Mundial de la Salud.
El autoritarismo es caracterizado por una persona o un grupo que tienen exceso de autoridad y restringen derechos a la población por ejemplo acabar con los derechos de las minorías como LGTB, inmigrantes, o combate a la delincuencia que significa contra los pobres, destinar más gastos a la militarización y a las policías y reduciendo los gastos en salud y ayuda sociales.
Identificando los epicentros del surgimiento o el auge del autoritarismo.
Tenemos muchos ejemplos en este preciso momento como: Rusia con Putin, Hungría con Viktor Orban, Italia con la fascista Giorgia Meloni, Alemania con el partido de extrema derecha AfD, España y el partido Vox por citar algunos ejemplos en Europa.
Aparte están resurgiendo los nacionalismos extremistas en contra de la mezcla de culturas y que hablan del gran desplazamiento que los blancos están experimentando por culpa de la inmigración según sus declaraciones.
En América, Donald Trump, y el gobernador de Florida Ron de Santis junto la marea conservadora que están imponiendo medidas contra el aborto y la inmigración en, el Salvador con el combate contra las Maras autorizadas por el presidente Nayib Bukele y en Honduras parece que van por el mismo camino después de la muerte de 46 mujeres presas en un motín y que su propio gobierno autorizó medidas represivas.
En México con la creciente militarización y el apoyo de gran parte de la sociedad que lo ve con buenos ojos, olvidan la dictadura de Porfirio Díaz, el autoritarismo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que recibía el nombre de la dictadura perfecta, término acuñado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa en la que describe como el partido domina a la población y la economía.
Con la apuesta de la militarización desde gobiernos panistas, pasando por gobiernos priistas y ahora con un gobierno del partido de Morena, vemos el destino de fuertes sumas de dinero a los militares para funciones de prevención y salvaguardar la seguridad pública y que después de la cuarentena parece que no se van a devolver a los militares a los cuarteles y dejen sus labores, confiando el poder en el poder represivo del cuerpo militar por un tiempo indefinido por decisión de los políticos.
El cáncer de la idea de represión y mano dura.
Todo aunado a los problemas que traen el cambio climático y la consecuente pobreza, la desigualdad social y la pérdida de empleos por la inteligencia artificial, las sociedades verán cada vez más reducidas sus derechos en aras de la seguridad pública, la tendencia será incluso el surgimiento de dictaduras o si gustan de una manera más amable semi dictaduras (simulación de democracia, en donde están las instituciones que hacen que funcione el sistema pero que solo están de adorno y no al servicio del pueblo controlados por la élite política y económica) en las los países con tradición democrática.
Vemos que cada vez más y más a los ciudadanos le apuestan a la mano dura de la aplicación de la ley, más inversión a las fuerzas represivas o que los políticos apliquen el autoritarismo de los países antes mencionados, que va de la mano de la represión sistemática y militarización de la vida diaria tanto de gobiernos de izquierda como de derechas y variantes ultras, optando las personas en las urnas electorales minando la democracia que se encuentra frágil.
Consiguiendo con métodos represivos modernos como la ultra vigilancia a través de los cada vez más eficientes medios electrónicos y el panóptico (famoso diseño arquitectónico carcelario del siglo 17) aplicado a la seguridad pública, se están perfeccionando la vigilancia de los ciudadanos sin su consentimiento como es el caso de China y la videovigilancia.
Conclusión
No debemos olvidar jamás lo que pasó con el autoritarismo en América Latina con los gobiernos de Chile (dictadura de Pinochet), Argentina (Videla), México (Partido Revolucionario Institucional) por citar algunos. Posiblemente seamos testigos en nuestras localidades donde vivimos, de violaciones de derechos humanos sistemáticamente, racismo institucional, clasicismo, machismo, desapariciones forzadas y la vuelta a la escena electoral del conservadurismo duro e intransigente.
Concluiré con las siguientes preguntas:
¿En nuestras localidades cómo está impactando esta tendencia autoritaria?
¿Qué estamos haciendo para proteger de esta tendencia, la violación de los derechos de Derechos Humanos?
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